En la
década de los 80’s Petróleos Mexicanos era un Organismo Público Descentralizado
sujeto a la normatividad de las Empresas Paraestatales; esta circunstancia le
impedía, ajustar su actuación a las mejores prácticas internacionales. Ante el
reto de lograr convertirse en una Empresa capaz de interactuar de manera
equitativa con los demás actores del mercado internacional, se determinó la
necesidad de contar con una estructura corporativa acorde con la importancia de
sus actividades de comercio exterior, que le brindara los mecanismos de
protección necesarios, le permitiera aprovechar los diferentes esquemas de
participación a nivel internacional y que, a su vez, le dotara de la flexibilidad
necesaria para adaptarse a las circunstancias del mercado nacional e
internacional.
Para tal
efecto, Petróleos Mexicanos constituyó empresas privadas tanto en México como
en el extranjero, a fin realizar operaciones de negocio de manera independiente
y al mismo tiempo aislar riesgos, actuando a través de Empresas Filiales con
personalidad jurídica propia, surgiendo así las Empresas Filiales PMI.